lunes, 16 de marzo de 2020

LEER EN FAMILIA


PROGRAMA LEER EN FAMILIA: 10 IDEAS PARA CREAR BUENOS LECTORES

1. ORGANIZARSE. La desorganización puede estar reñida con la lectura. Ayudémosles a organizarse: su tiempo, su biblioteca.

2. SER CONSTANTES. Todos los días hay que reservar un tiempo para leer. Busquemos momentos relajados, con buena disposición para la lectura.

3. PEDIR CONSEJO. El Colegio, la Biblioteca Pública, las librerías y sus especialistas, serán excelentes aliados. Hagámosles una visita.

4. ESCUCHAR. En las preguntas de los niños está el camino para seguir aprendiendo. Estemos pendientes de sus dudas.

5. ESTIMULAR, ALENTAR. Cualquier situación puede proporcionar motivos para llegar a los libros. Dejemos siempre libros apetecibles al alcance de nuestros hijos.

6. DAR EJEMPLO. Las personas adultas somos un modelo a imitar. Leamos delante de ellos y disfrutemos leyendo.

7. RESPETAR. Los lectores tienen derecho a elegir. Estemos pendientes de sus gustos y de cómo evolucionan.

8. PROPONER NO IMPONER. Es mejor sugerir que imponer. Evitemos tratar la lectura como una obligación.

9. ACOMPAÑAR. El apoyo de la familia es necesario en todas las edades. No les dejemos solos cuando aparentemente ya saben leer.

10. COMPARTIR. El placer de la lectura se contagia leyendo juntos. Leamos cuentos, novela, cómic, en Internet ... Esperamos que estas “ 10 IDEAS PARA PADRES “ os sean de utilidad y aprovechamos para daros la bienvenida al programa.

Un saludo y a leeeeeer.....

                                                    

ORIENTACIONES PARA LEER EN FAMILIA
Cuando estéis leyendo con vuestro hijo o hija, os hacemos las siguientes recomendaciones:
  • Apagad la tele o la radio, para no distraeros.
  • Que no resulte una obligación y que sea un rato divertido.
  • Si vuestros hijos todavía no saben leer, podéis mirar con ellos las imágenes de un libro o leerles alguna historia.
  • Preguntadle al profesor o al responsable de la biblioteca escolar del centro educativo de vuestros hijos qué lecturas son más apropiadas o cómo tenéis que hacerlo.
  • Después de la lectura, comentad lo que habéis leído: personajes, situaciones, etc., y relacionadlos con la vida cotidiana.
  • Si no tenéis tiempo para sentaros a leer con vuestros hijos, que te lean algo mientras haces otra cosa: planchar, cocinar, coser, arreglar un aparato y, si estás cansado, aprovecha mientras descansas en el sofá.
  • Cuando tu hijo o hija te lea el texto, procura:
    • Que hable alto y claro.
    • Que articule y vocalice bien.
    • Corregirle cuando pronuncie mal una palabra, o cuando se salte alguna. (repetidla vosotros bien pero sin culparlo)
    • Explicarle las palabras que no entiende. Para eso conviene que tengas un diccionario a mano.
    • Que lea despacio, dando sentido a las frases, sin detenerse.
    • Que use la entonación apropiada, con expresividad, evitando la monotonía, y que adecue la voz y los gestos al tipo de texto que sea: poesía, descripción, diálogo, etc.
  • Por último, si un día, por cualquier motivo, no podéis hacer vuestro rato de lectura, no os desaniméis: volved a intentarlo al día siguiente con más gana.
¡Ánimo!
¡ Recordad papá, mamá, yo leo si vosotros leéis ¡



ANIMACIÓN A LA LECTURA

La animación a la lectura comprende la planificación de un conjunto de acciones tendentes a favorecer el acercamiento del alumnado a los libros y asegurar su crecimiento lector.

El verdadero sentido del trabajo de promoción de la lectura es posibilitar el salto cualitativo desde el saber leer, garantizado por una educación de base, hacia el querer leer, de modo gratuito y libre. Esta perspectiva confiere al trabajo de la estimulación del hábito de la lectura una idea de proceso que ha de iniciarse en las edades más tempranas, y en el que deben estar comprometidas la familia, la escuela y la biblioteca. En este proceso, íntimamente ligado al desarrollo afectivo, intelectual y social del niño, el libro le aporta información sobre el entorno y sobre sí mismo, debiendo procurar que la  lectura esté en estrecho contacto con su experiencia vital.

Leer es hoy un acto complejo y que no se limita sólo al libro; hay que capacitar al lector para que sepa interpretar y ser crítico con todos los mensajes, sean del tipo que sean.

Indudablemente hoy se lee más y hay más necesidad de leer, pero también existe mayor peligro de sucumbir ante tantos estímulos. Hoy más que nunca se necesitan lectores críticos, capaces de discriminar y seleccionar.

La animación a la lectura debe despertar y cultivar el deseo y el gusto por la lectura, contrarrestando y compensando las desigualdades de acceso al libro y a la información.
Hay que conseguir que el niño descubra el libro y disfrute con la lectura; que la lectura sea para él “ocio”, no trabajo aburrido.

Es esencial partir de la elección de textos motivadores, adaptados a los intereses, edad y nivel del niño.

Si el niño siente el placer de la lectura, leerá muchos libros. Este hecho traerá implícita la consecución de una serie importante de objetivos:

  • Se despierta la imaginación y fantasía del niño, al introducirlo en mundos fantásticos o reales, casi siempre desconocidos.
  • Se enriquece su vocabulario, favoreciendo la expresión y comprensión oral y la expresión escrita.
  • Interviene el factor visual y fija la ortografía de las palabras.
  • Mejora la elocución del niño, realizando lecturas expresivas, en voz alta.
  • Desarrolla la observación del niño, al sentirse atraído por las ilustraciones de la lectura.
  • Aumenta su caudal de conocimientos al relacionar las lecturas con otras áreas.
  • Comentado lo leído se favorece la conversación y comprensión.
  • A través de la lectura se aprende a estudiar.
  • Descubre la belleza del lenguaje leyendo textos bien seleccionados: narraciones, dramatizaciones, recitaciones.


Es importante asegurarse que el juego, el cuento el trabalenguas, las adivinanzas, las poesías no caigan en el olvido a la hora de formar buenos lectores, ya que, son un fabuloso camino para llegar a nuestra  meta. No podemos olvidar que tenemos que contar con unos competidores muy especiales: televisión, videojuegos, ordenador.

LA LABOR FAMILIAR


A muchos padres y profesores les preocupa el hecho de que su hijo o alumno no lea ni un solo libro fuera de las aulas y estén todo el día pegados al televisor o a sus videojuegos.

Para ello proponemos un truco muy simple, por llamarlo así, que consiste en que en casa se ponga al alcance de los niños libros, resistentes si aún son pequeños, de color llamativo, de cartón o de plástico y que ellos puedan palpar y manipular para que sientan ganas de abrirlos y de ojearlos. Así de esta forma habrá muchas posibilidades de que el niño escoja algunos  de los libros y definitivamente los lea.

Recomendaciones


-       Si le gusta leer hágalo, sería bueno para el niño.
-       Cuando el niño está aprendiendo a leer es conveniente acompañarlo y comentar con él la lectura.
-       Hacer actividades lúdicas (juegos y actividades).
-       No comparar las habilidades lectoras del niño con los otros.
-       La lectura ha de ser vista como una fiesta, nunca como un castigo. Podemos premiar a los niños con libros o con un ratito de lectura.
-       Leerles cuentos, poesías en voz alta, y desde que son muy pequeños.
-       Que el niño le acompañe en sus visitas a la biblioteca o a la librería.
-       Al seleccionar un libro para el niño recuerde que el principal criterio será el placer que pueda experimentar al leerlo.

Hemos de leer a los niños. Leer con los niños.
Leer para los niños. Y sobre todo tener tiempo para que los niños lean.
José Quintanal

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